El día 25 de febrero nos llama la transitaria diciendo que podrá salir el contenedor el día siguiente, 26 de febrero. He llamado a mi equipo de seis personas para encontrarnos delante del puerto desde las siete de la mañana. Hemos estado esperando todo el día y a partir de las tres de la tarde, nos acercamos a un restaurante al lado del puerto para comer y seguir esperando. Hasta que nos dimos cuenta que sería difícil que saliera el contenedor. A eso de las 17 de la tarde nos despedimos y separamos, diciendo que quizá saldrá el día siguiente por la mañana. Para nuestra sorpresa, nos vuelve a llamar la chica a las siete de la tarde, diciendo que saldrá el contenedor esta misma noche día 26.
He vuelto a llamar al equipo con suerte para poder reunir todos. Había que ir a buscar un sitio para poder descargar las bicis porque el mismo sitio que estaba en frente del puerto no valía porque está prohibido entrar las bicis en el país. Tuvimos que buscar un sitio lejos de la vista de la aduana. Nos hemos ido a hablar con el dueño de los camiones que van a llevar las cosas a Kedougou, para que nos preste un local y cerca de los camiones poder descargar y organizar las bicis y las cajas de cartón.
El contenedor salió a las 22 de la noche. Estuvimos negociando con el grupo de jóvenes que trabaja en el parking para que nos ayudara a descargar, organizar, repartir y cargar en el camión y guardar el resto hasta el día siguiente para llevarlo en el barco. Nos hemos ido a dormir a las 2h30 de la noche, con la idea de levantarnos para presentarnos a las siete de la mañana y con tiempo poder organizar otra vez todo y llevar las bicis que van a Cassamance al barco a facturar.
Desde las 7h hasta la 9h30, estuvimos de nuevo organizando para después llevar las bicis al puerto a facturar y luego volver a llevar las cajas al puerto porque no nos cabían en el primer viaje. Así montamos 56 bicis y 36 cajas en el ferry dirección Cassamance y como yo no tenía sitio en el barco, tuve que empezar a viajar por carretera, cruzando otro pequeño país dentro del mío que se llama Gambia, para llegar el día siguiente antes de la llegada del ferry. Salí de Dakar a las tres de la tarde, dirección Mbour, de allí a Kaolack, seguir a la frontera, llegué tarde cuando ya estaba cerrada y tuve que alquiler un taxi para sortear el puesto de control porque el taxista me aseguraba que podría subir en el último ferry para ir en la otra orilla del rio Gambia. Así fue, de la otra parte del rio cogí otro taxi y de ese aún tuve que coger otro antes de llegar a Diarouma, desde donde ya no pude seguir, y tuve que para a dormir, coger fuerzas a partir de las 23horas y levantarme al día siguiente 28 de febrero a las seis, para seguir y llegar sobre las diez de la mañana, antes que el barco a Ziguinchor.
Allí me esperaba Papau, un chico que colabora con Yakaar África en la zona de la Cassamance con una furgoneta para llevar a destino el material. Salimos del puerto de Ziguinchor sobre las 2h30 después de organizar las bicis en la furgoneta según la llegada, primero a Mlomp con 30 bicis y luego a Oussouye donde estaba Christophe para ayudarnos con 20 bicis. Como coincidía con un fin de semana tuvimos que esperar hasta el lunes día 2 de marzo para empezar la puesta en condiciones de las bicis con un mecánico en los dos sitios. El de Mlomp tardaba cuatro días, es decir hasta el viernes no iban a estar arregladas y el de Oussouye menos, solo en un día, pudo arreglarlo todo.
El lunes día 2, sin esperar por las bicis, nos hemos ido a repartir cartones de material escolar y camisetas de don quijote, repartidas de las siguiente forma: Mlomp 1210 camisetas de don quijote para todos los estudiantes y 39 pantalones cortos de Orbea para los profes, en Cagnout, lo mismo, 209 camisetas a los alumnos y 14 camisetas de otro color a los profes, en Elinkine también 300 camisetas de don quijote a los alumnos y 20 polos a los profes, en Carabane lo mismo , 90 a los alumnos y 5 a los profes. En total desde Mlomp hasta Carabane, todos las colegios de la zona quedaron servidos. El miércoles 4 de marzo fuimos a Cagnout para ir a visitar la escuela de niños de menos de 6 años, hay 45 con una mujer dando clase de manera voluntaria, cobra menos de un euro por niño, 500 f cfa y aún hay familias que no pueden pagar esta cantidad de dinero y ella lo entiende. Le hemos dado material escolar, marionetas de Sancho Panza, a ver si podemos conseguir que cobre todos los meses un poco para que se anime a seguir ayudando a estas criaturas que seguro serán el futuro de este país.
El martes 3, miércoles, jueves y viernes seguimos aprovechando para repartir camisetas, material escolar, visitar los proyectos de la zona, poner las poleas en las huertas donde todas las mujeres están de acuerdo. Dimos también algo de material escolar y camisetas a los círculos hispánicos del liceo Djignabo, del liceo de Djibok y del liceo de Perissac de Ziguinchor. Lo mismo con todos los estudiantes de Carabane a Oussouye que recibieron cada uno una camiseta, un boli y un lápiz. Nos quedan materiales en la cabaña de Oussouye para volver a repartir a la isla de Carabane, la escuela infantil y a las mujeres del pueblo.
A partir de día 7 de marzo nos hemos ido a repartir las bicis el a Mlomp donde tuvimos la gran sorpresa: más de 1500 alumnos, más de 50 profesores, las autoridades de la zona, el representante del alcalde, la presidente de la asociación de los padres de alumnos del cole, el mecánico que nos ayudó en arreglar las bicis, niños del pueblos etc todos, vinieron a la ceremonia. Me tocó hacer un discurso en nombre de Yakaar África delante de más de 2000 personas, ¡que placer!, poder aprovechar esta ocasión para charlar con los chavales un poco de todo: la importancia de los estudios de las chicos, cuidar bien a las bicis para que los hermanos se puedan beneficiar dentro de unos años, de Yakaar África y sus proyectos en la zona, más y más cosas, explicar bien las condiciones de poder recibir bicis, vivir lejos del cole, ser buen alumno, de familia pobre. Dimos una bici a una chica que vive en el mismo pueblo porque es de una familia numerosa, estudia bien pero perdió sus padres. Quisimos hacer una discriminación positiva a las chicas en caso de empate. Comimos allí este día y nos bautizaron una sala del cole que a partir de ahora se llama Yakaar África.
Dios os bendiga.
Esperamos que este trabajo hecho desde España se aproveche muy bien con un uso responsable de las bicis en los coles a través de las administraciones. Muchas gracias compañeros de la gran familia que es Yakaar África, muchas gracias amigos de BIKES SOLIDARIAS que lo habéis hecho posible, muchas gracias a Castilla la Mancha que nos ha llenado de don quijotes. En nombre de todos los beneficiaros, de la población del país, sobre toda de la zona donde hemos regalado el material que
Dios os bendiga.
Demba